m.a.g.

ESPACIOS TEMPORALES

 

Me hablaba un amigo que vive desde hace años en Vietnam de la vida en los hoteles, nuestro paso por esos lugares que se convierten en pequeños hogares temporales. Decir hogar ¿Es demasiado? ¿Es un calificativo excesivo? A veces no, porque conseguimos fundirnos con esas habitaciones que nos regalan una estética, comodidad o servicio que se acopla a nosotros, que nos hace sentirnos bien, acogidos, como en casa; sin embargo otras veces su frialdad y fealdad como espacios insensibles y pensados solo para dar lo mínimo al acoger temporalmente, nos apuñala el corazón y solo deseamos no volver. Así que los olvidamos simplemente. Yo ya no visito esos sitios.

Otras veces esos espacios quedan en nuestros recuerdos, en nuestro corazón. Y aunque son lugares de paso, donde la llegada está muy cerca del día del adiós son parte de un pequeño cuento dentro de nuestra gran historia.

 

Yo busco la belleza en esos pequeños hogares temporales de mis viajes y pretendo que sean lugares de inspiración, que formen parte de la belleza del propio viaje, e incluso a veces, que sean una parte importante del viaje en sí. ¿Habéis buscado alguna vez un maravilloso hotel como destino principal que después como sorpresa nos hará descubrir el lugar en el que está enclavado y sus alrededores? Pues es una interesante experiencia, porque un maravilloso hotel siempre está situado o cercano a un maravilloso lugar. Descubrir espacios es una aventura fascinante que nos adentra, no solo en el propio espacio, sino en los objetos que lo pueblan. Libros, arte, tejidos, muebles…un viaje a la belleza.

Words: Jo García Garrido